LOS PATRONOS DE ESPAÑA.
Los patronos de España son Santiago Apóstol y la Inmaculada Concepción.
Aunque no hay pruebas, la tradición oral a la que hay que respetar cuenta que Santiago desembarcó en la HISPANIA Betica y subió por el camino de la plata hasta Iria Flavia, actual Padrón donde predicó la palabra de Cristo y luego volvió a Jerusalén. Al ser decapitado en el año 44, sus discípulos lo llevaron hasta el último lugar donde predicó. Lo trajeron en una barca de piedra hasta el último lugar donde había predicado y llegaron y ataron la barca en un pedron que es el que da nombre a la ciudad actualmente de Padrón. La reina Lupa primero los encarceló y luego expulsó de la ciudad y los apóstoles parece ser que al final lo enterraron en el lugar donde hoy está la basílica de Santiago de Compostela. La tumba tras las persecuciones romanas se le pierde la pista en el siglo III y parece ser que la tumba vuelve a ser encontrada por un ermitaño llamado Pelayo en el año 814, gracias a unas señales en el cielo. Este hecho es considerado por el obispo de Iria Flavia como un milagro e informa al rey Alfonso II de Asturias quien manda construir una capilla en el lugar donde se han encontrado los restos del apóstol. Después se convertirá en un centro de peregrinaje y la actual basílica muchos años más tarde. Almánzor arrasó la ciudad en el año 997 pero no toco ni el sepulcro ni la iglesia aunque si se llevó las puertas y la campana como trofeo para colocarlo en la mezquita de Cordoba portadas por prisioneros cristianos. Cuando Fernando III de Castilla reconquistó Córdoba en 1236 recuperó las puertas y la campaña y fueron devueltas no a Santiago sino a la catedral de Toledo donde hoy se encuentran. En 1630 cuando gobernaba Felipe IV el papa Urbano VIII declara oficialmente que el apóstol Santiago fuera considerado como patrón de España. Quevedo escribió sobre Santiago: Dios hizo a Santiago patrón de España que no existía entonces, para que cuando llegue el día pudiera interceder por ella y volverla otra vez a la vida con su doctrina y con su espada. El apóstol fue el símbolo de la reconquista y la famosa frase Santiago y cierra España es un grito que parece ser se utilizaba en la reconquista en los ataques antes de cada carga. El significado de esta frase es por una parte invocar al apóstol Santiago y por otro el cierra que es una orden militar que significaba atacar, embestir. En el lenguaje actual sería algo así como: por Santiago, al ataque o adelante españoles.
Nuestra patrona es la virgen de la Inmaculada. Esto viene por un acontecimiento que tuvo lugar en la guerra de los 80 años. En el año 1555 Carlos I de España deja el gobierno a su hijo Felipe II y entre otras muchas tierras estaban los Países Bajos, las tierras más queridas por el rey Carlos, lógicamente ya que había nacido allí. Esa región flamenca no acepto de buen agrado al nuevo rey Felipe ya que lo veían un extranjero nacido en España y que no hablaba su lengua. La guerra de religiones que va a asolar Europa de católicos y protestantes había tomado mucho participación protestante aquí en Flandes y ese hecho sumado a la animadversión al nuevo rey hacen que los Países Bajos se unan para luchar contra Felipe II. Esto supuso en gran parte el fin del imperio español ya que se dedicaron recursos y vidas en un grado desproporcionado. Los tercios estuvieron batallando durante años y aunque mucho territorio era protestante hubo muchas plazas católicas que pedían ayuda a España para que les liberaran de los protestantes. Una de estas ciudades estaba al norte en la isla de Bomel y el ejército español con 4000 hombres al mando del maestre de campo Perez de Bobadilla cruzó el río Mosa y tomó este terreno y puso especial énfasis en la seguridad de los diques ya que en los Países Bajos la contención en diques para que la tierras estén secas es vital. Los rebeldes protestantes al mando del conde de Olac con unos 200 barcos se dirigen a la isla de Bomel para atacar a las aisladas tropas españolas con la idea de romper los diques y con esa ayuda del agua derrotar a los tercios españoles. Con la superioridad que tenían lograron romper varios diques inundando los campamentos españoles. Bobadilla antes de morir ahogados ordena retirarse a la posición más elevada de la isla, el monte Empel, en una situación desesperante, mojados y casi sin víveres. Pero los tercios como era su norma deciden resistir hasta la muerte y a medida que pasaban las horas y los días la situación se hacía cada vez más insostenible. Se había enviado un mensajero para avisar al grueso del ejército español al mando del conde Mansfeld para solicitar su ayuda y que intentarán llegar a tiempo y socorrieran a aquellos hombres aislados y destinados todos a una muerte casi segura. En la mañana del 7 de Diciembre un soldado de los tercios empezó a cavar una trinchera para protegerse del fuego enemigo y encuentra un trozo de madera de una tabla flamenca con la imagen de la Inmaculada Concepción. Un cuadro que probablemente habría sido escondido y enterrado por algún católico holandés ya que los protestantes tenían prohibida cualquier representación de la virgen. El soldado anuncia el hallazgo y hacen un altar improvisado y el maestre Bobadilla arenga a sus tercios, es una señal de protección de la virgen e insta a los soldados a luchar encomendándose a la virgen. El día siguiente día 8 ya en aquella época se celebraba la Inmaculada Concepcion por lo que ellos lo toman como una señal haber encontrado el día antes la imagen así que se preparan para un ataque a la desesperada en la mañana del día 8. En la madrugada se produjo un hecho insólito que sería recordado como el milagro de Empel, unos vientos gélidos inesperados hicieron que se congelaran las aguas, hecho que llevaba decenas de años sin ocurrir. Los buques protestantes se encallan en el hielo y han de retirarse desordenados y con muchos problemas de manera que los tercios españoles empezaron a deshacer el asedio y aprovechar la ventaja contra el enemigo batiéndose en retirada. Con pequeñas barcas lograron atacar y capturar algunos de los barcos más rezagados por el hielo e incluso un fortín que los protestantes tenían a orillas del rio Mosa, poniendo además en huida al ejército protestante que también sabían que el grueso español al mando de Mansfeld estaba por llegar a la defensa de la isla. Debido a este hecho la Inmaculada fue tomada como patrona primero de los tercios y después de la infantería. Milagro, intervención divinidad o casualidad de lo que ocurriera aquella noche lo cierto es que los soldados sobrevivieron a la situación y combatir y vencer al día siguiente. De ahí la famosa frase holandesa de : Dios era español. Esta devoción que se le profesa a la virgen hace que Carlos III en 1761 la designe patrona y protectora creando la distinguida orden de Carlos III.
Consideraciones.
Los símbolos debemos de respetarlos y para respetarlos los tenemos que conocer sea cual sea su procedencia, legendaria o no, con una raíz antigua forman parte del presente y de nuestro pasado. Esto nos llevará a respetar también los símbolos de otros. Hoy banderas e himnos se relacionan con acontecimientos protocolarios o deportivos y lejos quedan sus contenidos tribales de antaño pero conviene no olvidar que esos símbolos nos unieron y unieron a nuestros antepasados en momentos complicados. Los símbolos implican union, nunca fragmentación y que cuando escuchemos un himno o veamos una bandera ondear en cualquier ayuntamiento de España, no veamos unos simples colores sino un símbolo en el mucha gente y muchos de nuestros antepasados encontraron el arrojo para hacer una última acción. Es difícil traer estas representaciones a nuestra época actual pero se lo debemos a la memoria de todos los aquellos antepasados nuestros que encontraron en la bandera donde cobijarse. Debemos respetar los nuestros y los de enfrente. Qué es eso de silbar un himno o quemar una bandera?. No es más que un acto de ignorancia, incultura, irrespetuosidad y estupidez. Es nuestra obligación divulgar el origen de nuestros símbolos para que la gente aprenda a conocerlos y respetarlos.
La realidad es mucho mas amable que las historias que contamos de ella.
José Andrés