Manila

A la antigua ciudad española de Manila llegamos en un vuelo de poco mas de 4 horas desde Hanoi. Llegamos en Domingo y lo primero que nos sorprende es el enorme y kilométrico malecón ( aquí llamado baywalk ) de entrada a la ciudad en nuestro camino desde el aeropuerto. Al ser festivo hay mucha actividad sobre todo deportiva pero también muchos otros eventos en el enorme paseo que linda al mar.

Esta ciudad fue fundada por el Lopez de Legazpi quien construyó una enorme fortificación a orillas del mar de la que defenderse de sus enemigos: primero los tagalos, los originarios indígenas de la región, y luego de los sucesivos ataques de chinos, japoneses e ingleses.

La ciudadela defensiva lleva el nombre de Intramuros que aquí nos traducen los locales que no saben que hablamos español, como «Into the Walls». Desafortunadamente la que fuera hermosa ciudadela no está tan bien cuidada como otras plazas coloniales españolas como La Habana, san Juan de Puert Rico o Cartagena de Indias.

Se pueden ver numerosos baluartes que son puestos defensivos con muros muy anchos y principales puestos de defensa en los ataques, todos tienen nombres españoles como San Andrés o San Cristobal.

En el centro de la ciudad amurallada está la hermosa Catedral de Manila. Y nosotros estamos de suerte ya que hoy es el primer Domingo de Adviento y la multitud rinde fervor a sus virgenes y santos en este día en una procesión a ritmo de pasacalles donde cada hermandad va portando su correspondiente imagen al modo de las procesiones españolas. La Virgen del Remedio, de la Asunción, de la Penitencia, el Cristo del Buen suceso y tantos otros que al ser aclamados a su paso por la catedral en ceremonioso paso no deja de chocarnos oír sus nombre españoles con acento ingles, la actual lengua local.

Las calles empedradas, los soportales, los balcones de madera y las fachadas engalanadas con colores blancos que hacen destacar los hermosos maceteros de casi todas las casas, hacen que el paseo por este histórico lugar sea una delicia. Hay muchas plazas interiores con hermoso patios. En una de ellas decidimos quedarnos a comer, nos llama la atención que tienen una foto de nuestro rey emérito, el lugar está en una primera planta con una escalera de madera muy bien cuidada y reluciente. El lugar se llama Barbara y, como no, se come bárbaro. Que delicia de comida buffet. Como en casa.  Nos recordaba «Los Nardos» frente al capitolio en la Habana. Se nota la tradición española y el toque criollo. Además la comida la amenizan unos músicos con canciones populares que conocemos muy bien.

El atardecer lo vemos desde el malecón en un hermoso lugar llamado the Harbour View frente al Hotel H2O. Impresionante la caída del sol con toda la bahía en el horizonte en la viendo los buques marchar y en la que imaginamos aquellas naves del imperio español cargadas de productos para comerciar realizando el torna viaje del famoso Galeón de Manila fue la primera ruta comercial de la Historia durante 250 años.

A la mañana siguiente teníamos muchas ganas de visitar el barrio de Chinatown. El que fuera el primero de todos los barrios chinos del mundo, por causa de aquella ruta comercial a la que pronto los chinos, no sin pocas dificultades de convivencia, se sumaron desde esta ciudad para mandar o llevar ellos mismos sus productos a Nueva España en Mexico. Poco tiene que ver este barrio de hoy en día con aquel pero gustamos de estar en un sitio con tanta historia y que no pasa desapercibida para nosotros.

Por lo demás esta ciudad tiene mucha historia pero transmite no muy buena energía tanto la ciudad nueva como sus gentes, casi todos emigrantes de las áreas rurales y que forman colectivos conflictivos y poco integrados en esta gran urbe. Desde luego ya lo digo nada que ver con el resto de gentes y lugares de estas hermosas islas como ya relataré mas adelante.

Una pena que los norteamericanos cuando apoyaron la independencia y se instalaron en las Islas a finales del siglo XIX prohibieran el castellano y se haya perdido la lengua que les dimos. Es lo que los anglosajones siempre hacen, tabla rasa, restar en vez de sumar, fruto de la envidia quito lo tuyo y pongo lo mío. La regla de los vencedores, más Leyenda Negra.

Afortunadamente y dado que los españoles no ejercían un sistema colonial como los anglosajones que jamas se mezclaban con los pueblos conquistados, el sistema español permitía la mezcolanza y aun hoy podemos ver rasgos criollos de integración de unos y otros pueblos y por supuesto mucha huella de nuestro paso, en plazas, monumentos, nombres y tantas otras cosas.

Me quedará pendiente visitar una preciosa ciudad colonial de la que he oido mucho hablar: Vigan. Tendrá que ser en otra ocasión ya que esta tarde volaremos para la preciosa isla de Cebu a seguir la historia de nuestros antepasados.

En la próxima entrega haré un resumen documentado de aquella ruta comercial que cambió el curso de la Historia y que se llamó. el Galeón de Manila.

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De la vida no espero mucho. Quiero apenas saber que intenté todo lo que quise, tuve todo lo que pude, amé todo lo que valía la pena y perdí apenas lo que no fue mío. Pablo Neruda.

Cambiar el mundo amigo Sancho, que no es locura ni utopía sino cuestión de justicia. Don Quijote.

La única salvación posible escrita que tenemos en dos palabras es: Educación y Cultura. Arturo Perez Reverte.

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José Andrés. Diciembre 2018.

http://www.elviajerotriton.es

 

 

 

 

 

 

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