El viaje en barco por el Mekong desde Phnom Pen hasta la frontera con Vietnam es una experiencia única para poder vivir de primera mano la riqueza que aporta este inmenso rio a los pueblos por los que atraviesa desde su nacimiento en China hasta su desembocadura en el delta vietnamita. Después de pasar por el pequeño puesto de control aduanero en el propio rio nos iremos acercando a Chuc Dong, nuestro destino en Vietnam. Ya es de noche y es increíble como estos expertos marineros pueden orientarse en la oscuridad tan solo utilizando en ocasiones una linterna para ver y ser vistos.
Desde el pueblo de Chuc Long y después de cenar una exquisita sopa con noodles nos dirigimos en uno de los habituales «sleeping bus» hacia la ciudad de Saigon donde esperamos llegar a su bahía para el crepúsculo. Conforme estoy llegando me viene a la memoria las historias que leí sobre los primeros españoles que llegaron a esta hermoso lugar:
En 1859 un puñado de bravos hombres españoles al mando del Coronel Palanca estuvieron luchando aquí en la bahía de Saigón en una guerra baldía para los intereses de España y a la que ayudaron a ganar realizando gestas épicas y de las que sólo sus aliados franceses fueron capaces de reconocerles el mérito. Esta fue la guerra de la ConchinChina una expresión que aún hoy en España se usa para hablar de un lugar exótico y remoto. Ese lugar es hoy una moderna, cuidada, limpia y preciosa ciudad que nos ha dejado impresionados y sorprendidos en este viaje.
Aquella guerra de hace 150 años que hablo es un episodio poco conocido de nuestra historia de España. Francia, aliada entones de España, le propuso hacer una expedición conjunto de escarmiento por la muerte de un obispo misionero español en la bahía de Danang muy cerca de esta ciudad. En realidad el plan que tenían los franceses era establecerse en la zona formando colonias, como luego hicieron, igual que los españoles tenían en Filipinas. Lo demás es historia, Francia anexiono poco a poco años más tarde estos territorios en lo que se conoció como la Indochina francesa, Laos, Camboya y Vietnam, y que mantuvieron en gobierno hasta 1975 durante la llamada guerra de Vietnam, o guerra americana como aquí se llama.
Quién sabe que hubiera pasado si estos territorios también hubieran sido ocupados por La Corona de España. Pero aquella época del siglo XIX representaba ya la decadencia del gran imperio español y en Madrid poco o nada interesaba conquistar y mantener territorios cuando estaban tan ocupados en luchas internas y conservar las últimas colonias que nos quedaban.
Saigon o ciudad Ho Chi Ming es una hermosa urbe que crece a un ritmo frenético tanto demográficamente como económicamente. De la antigua ciudad colonial francesa quedan hoy muchos edificios preciosos como el de Correos, el precioso edificio del Ayuntamiento, el palacio de la Opera, el hotel Majestic o la catedral de Notre Dame, una réplica de la de Paris para la que trajeron las piedras desde Francia. El Palacio de la reunificación es un bello edificio que representa la paz y la union que llego después de la terrible y cruel guerra americana, en occidente conocida como guerra de Vietnam.
Empezamos nuestro recorrido a pie por la ciudad precisamente en este palacio y después de desayunar uno de los bocadillos típicos llamado ¨banmi» rellenos de carne. Pronto vamos a comprobar porque se conoce esta como la capital mundial de las motocicletas. Hay que hacer un acto de fe y decisión para cruzar las calles y confiar en el poder de tu mano para hacerte ver y esperar que te respeten al cruzar pero te aseguro que lo hacen. Es increíble ver como pueden organizarse 7 millones de motos en una ciudad al tiempo que comparten la calzada con otros transportes, coches, tuk tuk, camionetas y por supuesto peatones. Te recomiendo vivas la experiencia y te subas en una mototaxi y que te lleven por esta marea de vehículos por la ciudad, adrenalina pura.
Una de las visitas mas impactantes fue la del Museo de la Revolución, allí puedes ver en la entrada aviones y tanques originales de la guerra americana. Dentro y en un edificio de tres plantas podrás ver con mucha sensibilidad los efectos de los horrores de aquella guerra con fotos, objetos y relatos que te dejarán impresionado.
La ciudad esta dividida en distritos, en el numero 1 se encuentra desde Ayuntamiento la larga y preciosa avenida peatonal Nguyen Hue, con tiendas, restaurantes e inmensos espacios verdes para disfrute de los ciudadanos. En el skyline de este distrito financiero destaca el edifico Times Square una réplica del de NY y sobre todo el Sky Deck una de las plataformas mas altas de la ciudad y que vale mucho la pena subir para disfrutar de vistas espectaculares de toda la ciudad sobre todo al anochecer.
Elegimos para cenar un restaurante donde los camareros son sordomudos, una iniciativa de gente local para integrar a personas con muchas secuelas hereditarias de la guerra y asi pudimos vivir una bonita experiencia pidiendo la carta en lenguaje para sordos y riéndonos mucho. Y para desayunar os recomiendo la franquicia «Touts les Jours» deliciosos croissant de cereales y chocolate entre otras delicattesen.
Esta ciudad nos ha dejado enamorados, sus gentes y sus bellos edificios. A pesar de su crecimiento te da la impresión de seguir siendo muy pequeña y fácil de moverte por ella. Limpia y muy bien cuidada esta ciudad esta llamada a ser la capital de la Indochina del futuro. Con mucha pena hemos de dejarla y lo hacemos en el transporte que hemos elegido para recorrer este país de Sur a Norte, el tren. En unas 5 horas un tren nos llevará desde la estación central de Saigon hasta el precioso pueblo de Mui Ne en la costa del mar de China. Un viaje emocionante.
Ahora y mientras escribo estas lineas siento que echo de menos las sensaciones tan vibrantes que tuve en ese viaje en tren y sobre todo echo de menos a mi compañera de viaje y las sensaciones que sentía dentro de mi cuando estaba con ella. Sin embargo, cierro los ojos, respiro y puedo visualizar ese momento y así esa sensación que echaba de menos creo que esta floreciendo ahora adentro de mi. Creo y espero seguir verificándolo ya que todo tiene que ver conmigo mismo. Que si me tengo a mi mismo nunca estaré solo.
«Amarse a uno mismo es el comienzo de un romance que dura toda la vida». Oscar Wilde.
José Andrés. Noviembre 2018.
Tengo buenos recuerdos de Saigón y en general Vietnam, al ver Las fotos donde también estuve, es muy agradable y sus gentes . Que lo pasen bien y disfruten mucho
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