Phnom Pen

El trayecto en autobús local de Battambang a la capital de Camboya nos va a llevar algo más de 6 horas y eso que son unos 260 kilómetros. Somos los únicos turistas y como ya estamos bien acostumbrados nos ponemos cómodos para disfrutar del recorrido y de las numerosas paradas en puestos de carretera.

Llegamos a la estación central de autobuses sobre las ocho y, como es habitual y siendo los únicos turistas, nos abordan los conductores de tuk tuk que apenas nos dejan sirio para coger nuestras mochilas del maletero. Decidimos ir andando ya que está muy cerca según nuestro localizador y efectivamente llegaremos en unos diez minutos andando por las calles del centro de la ciudad al Panda Hotel un sencillo y barato alojamiento pero muy bien situado junto al famoso Central Market.

Salimos a cenar algo y elegimos la animada zona del Night Market que está a pocas manzanas del hotel y junto a la ribera Del Río Tonle Sap. El amable chico de recepcion nos advierte del riesgo de los carteristas que hay por la zonas turística y también nos indica los precios del transporte para llegar hasta ella. Aún así nos van a engañar varias veces durante nuestra estancia.

Tenemos todo el Sábado por delante para visitar la ciudad. Lo primero es sacar los billetes para mañana en barco hacia Chauc Don nuestra siguiente parada, una pequeña ciudad junto al río Mekong a la que llegaremos navegando y por la que entraremos en Vietnam.

Hemos negociado un tour en tuk tuk por 15 dólares y nuestra primera parada será el templo Wat Phnom, que da nombre a la ciudad. Unas escalinatas te llevan a este bonito templo que se alza en medio de la ciudad.

Nuestra siguiente parada es el Tuol Sleng Genocide Museum. El recinto fue una antigua escuela de secundaria y se convirtió en la presión de seguridad S21 durante el régimen de los jemeres rojos entre 1975 y 1979. Aunque no se sabe a ciencia cierta se cree que más de 20.000 fueron torturadas y asesinadas en este lugar a las órdenes del Duch uno de los lugartenientes del dictador Pol Pot. Esta gente, por llamarlos de alguna manera, impusieron un terrorífico sistema maoísta de campos de exterminio y de trabajo que diezmó a su propio pueblo. Se calcula que murieron más de trés millones de personas durante este régimen, casi la cuarta parte de la población, entre muertos de hambre y asesinatos cometidos por el Lankar, el partido jemer.

En esta carcel se pueden ver las atrocidades cometidas y se conserva prácticamente tal como se la encontró el ejército vietnamita cuando entro a liberar la ciudad en 1979. Los últimos asesinatos que cometieron estos verdugos se hicieron justo antes abandonar el lugar ante la llegada del ejército libertador y son las 14 tumbas blancas que puedes ver a la entrada. Es sobrecogedor el recorrido por los edificios y horrososo el trato que debieron darle a estos pobres inocentes y que puede verse en las distintas estancias que se conservan intactas. Los pocos que pudieron sobrevivir era porque eran útiles al régimen como pintores y escultores que se ocupaban de realizar las imágenes de propaganda que los jemeres necesitaban. Uno de ellos fue el pintor Vannat. Este hombre tuvo el coraje de representar, años más tarde de su liberación, las torturas en pinturas que puedes ver aquí expuestas que aquí se cometieron.

La carcel de seguridad S21 se utilizaba para conseguir, a través de torturas, las confesiones de los prisioneros. Una vez conseguido su propósito, el Duch firmaba sus sentencias de muerte. Eran trasladados en camiones a las afueras de la ciudad a un lugar llamado Choeung Ek donde eran ejecutados con cualquier objeto contundente para no «malgastar» municion. Hoy es una zona verde en la que las fosas donde se encuentran los cadaveres están acordonadas ya que casi a diario salen a la superficie restos óseos que los funcionarios se encargan de recoger.

Debió ser muy difícil para estos habitantes de la antigua Kampuchea superar esta tragedia. Años después se estableció el régimen monarquico y poco a poco los camboyanos van olvidando este oscuro pasado. El palacio real es un lugar abierto de visita y acogida donde se puede compartir con gentes de todo el mundo el presente y el futuro de este bello país.

Te recomiendo visites el monumento de la Independencia que es una estupa parecida a las de Angkor y luego pares a almorzar en alguno de los animados puestos que hay alrededor del mercado central donde también puedes comprar casi cualquier cosa y por supuesto algún souvenir. También vale mucho la pena cenar algunos de los exquisitos platos camboyanos en el Night Market, aunque yo casi siempre elijo pescado fresco del Mekong que me tiene enganchado.

Nos marcharemos de Phnom Pen por el río Mekong que nos llevará hasta Chau Doc ya en la frontera con Vietnam. Esta quizá sea la más original y mejor manera de cruzar estos dos países. Atrás dejaremos una ciudad muy multitudinaria y ruidosa que trata de olvidar ese oscuro pasado del régimen jemer por lo que habremos de seguir siendo comprensivos con el carácter de sus gentes y así poder ayudarles a olvidar ese oscuro y reciente pasado.

Como mi pequeño homenaje voy a escribir traducidas dos frases para las amables gentes camboyanas cuya humildad y simpatía me dejaron cautivado.

» La oscuridad no puede nunca conducirte fuera de la oscuridad; solo la Luz puede hacerlo. El odio no puede nunca sacarte del odio; solo el Amor puede hacerlo. Así que si no puedes volar, entonces corre; si no puedes correr, entonces anda; si no puedes andar, entonces gatea; pero hagas lo que hagas, continúa avanzando. Dr. Martin Luther King »

» Si todo tu odio se pudiera convertir en Electricidad, se podría iluminar todo el trabajo. Nikola Tesla »

http://www.elviajerotriton.es

2 comentarios sobre “Phnom Pen

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